Esta semana nos ha dejado el gran Ozzy Osbourne a sus 76 años, ha sido una estrella del Rock, un icono y sobre todo un pionero del Heavy Metal.
Esta semana nos ha dejado el gran Ozzy Osbourne a sus 76 años. Entiendo que muchos de los que leen el artículo semanal no tengan ni la más remota idea de quien es. No es un deportista, ni un actor famoso. Ozzy Osbourne ha sido una estrella del Rock, un icono y sobre todo un pionero del Heavy Metal.
Me gusta este tipo de música igual que escucho a Ludovico Einaudi. Recuerdo una vez que una persona me vio con una camiseta negra de otro de mis grupos de rock favoritos, Iron Maiden y se sorprendió. No te pega nada -comentaba al ver la calavera y los motivos del dibujo de la camiseta. Mi sonrisa y gesto significando “me da igual lo que pienses” fueron suficientemente elocuentes.
Ozzy con su primer grupo Black Sabbath obtuvo un éxito sin precedentes, no sólo por la voz tan característica sino por las puestas en escena que eran una locura, un desfase. Más adelante decidió continuar en solitario y su leyenda se fue agrandando, tanto por la calidad de sus temas como por los excesos en forma de alcohol y drogas.
Una vez en un concierto cogió algo que él pensaba le habían arrojado desde el público. Tenía forma de murciélago y pensó que era de goma. Le dio un bocado y le arrancó la cabeza. El tema es que era un murciélago de verdad. Años después comentó que sabía como a salado y a otro sabor que no podría describir en público
Entre sus grandes éxitos destacaría Paranoid, Mr. Crowley, Crazy Train o Bark at the moon (ládrale a la luna). Ozzy ha muerto hace unos días. Justo después de haber recibido el homenaje en su ciudad natal, Birmingham, por parte de las leyendas del Heavy actual como Metallica. Sentado en una especie de trono, con mucha dificultad para realizar movimientos sencillos debido a su Parkinson y a las múltiples cirugías de columna fallidas, entonó sus últimas estrofas añorando el tiempo pasado.
Cirugías de columna
Debido a un accidente grave de quad en 2003, sufrióuna fractura de clavícula, ocho costillas y graves daños en la columna cervical y precisó la primera cirugía: placas y tornillos para estabilizar la fractura y la inestabilidad sufrida. En 2019 y producto de una caída en su casa de Los Ángeles, se agravó el proceso sufrido en 2003 y se intervino en tres ocasiones en un período de tiempo corto.
En 2022 fue operado de nuevo para intentar aliviar el dolor cervical y la inflamación que le ha acompañado desde sus operaciones.
A finales de 2023 se intervino de nuevo. Esta vez para retirar el material y extirpar un tumor vertebral. El médico que le intervino en esta última ocasión le dijo sin tapujos: “tu columna no aguanta otra cirugía. Una caída más y te quedarás paralítico” -en relación a todas las veces que sufrió caídas producto de sus excesos y conductas poco saludables.
Ozzy manifestó tras la última operación que no quería volver a ver un médico nunca más. Demasiadas cirugías en tan poco tiempo y pobres resultados. Todo ello fue agravado por el Parkinson que sufrió desde 2003 que incrementaba el dolor y la debilidad.
El cantante sentenció que el Parkinson, si bien no es una sentencia de muerte, te afecta a todo lo que haces en tu día a día: tu energía, tu estado de ánimo en incluso tu voz. Para este último concierto realizó una terapia de fortalecimiento intensiva fisioterapia, el uso de un exoesqueleto HAL que le permitía moverse y realizar actividades como caminar o flexionar una rodilla. El Tai chi también fue una terapia que ha usado y comentó que le estaba ayudando mucho a poder mantener el equilibrio. Además se ha tratado el Parkinson de forma experimental con células madre con un ligero avance.
¿Qué es el Parkinson?
La Enfermedad de Parkinson afecta al sistema nervioso en el área encargada de coordinar la actividad, el tono muscular y los movimientos. Fue descrita por primera vez en el año 1817 por el médico inglés James Parkinson. La Enfermedad de Parkinson es un proceso crónico que pertenece a un grupo de trastornos que tienen su origen en la degeneración y muerte progresiva de unas neuronas, cuyo neurotransmisor primario es la dopamina y que cumplen funciones en el sistema nervioso central. Es debido a estas características, que se considera una enfermedad neurodegenerativa.
Un neurotransmisor es una sustancia que produce el cerebro y que es necesaria para que éste funcione. Si estas neuronas no crean dopamina, las funciones que dependen de ella, se anulan o se van deteriorando de forma progresiva que es la característica del Parkinson. Los síntomas de la enfermedad de Parkinson se manifiestan una vez se produce una importante pérdida de las neuronas encargadas de controlar y coordinar los movimientos y el tono muscular.
Esta pérdida neuronal se localiza en la zona de unión entre el cerebro y la médula espinal, el tronco del encéfalo, particularmente en aquellas neuronas que se hallan en un núcleo llamado sustancia negra y más concretamente, en una porción de este núcleo que se denomina la parte compacta. La sustancia negra recibe este nombre debido a que algunas neuronas de este núcleo se encargan de producir un pigmento que se llama melanina y que le confiere una coloración oscura. El paciente sufre un deterioro motor muy importante que puede llegar a bloquear sus movimientos debido a la espasticidad y falta de coordinación de sus músculos y articulaciones.
Sin embargo, el enfermo tiene perfecto conocimiento y raciocinio, es decir, su inteligencia y memoria suelen estar intactas, por lo que se da perfecta cuenta del deterioro que sufre. No supone una enfermedad mortal por sí misma. Los síntomas más característicos son el temblor y la cara inexpresiva, como si la persona portara una máscara. El problema es que, hasta la fecha, los tratamientos para esta enfermedad son únicamente para aliviar los síntomas, no para ralentizar o cambiar el curso de la enfermedad, que avanza de manera inexorable.
Descanse en paz Ozzy Osbourne. Esté donde esté seguro que seguirá ladrándole a la luna.