Las fiestas navideñas pueden poner a prueba incluso los hábitos más arraigados.

La Navidad es una de las épocas más esperadas del año. Luces brillantes, comidas deliciosas, celebraciones familiares… pero también es una época en la que es fácil caer en los excesos. Desde el aumento de calorías en las cenas hasta la tentación de abandonar nuestras rutinas saludables, las fiestas navideñas pueden poner a prueba incluso los hábitos más arraigados. Sin embargo, no todo está perdido. Con algunos ajustes y consejos prácticos puedes disfrutar de la temporada sin perder de vista tu bienestar físico y mental.

El desafío de los excesos en Navidad

Navidad es sinónimo de festines. Platos elaborados, postres irresistibles, bebidas azucaradas y alcohol en abundancia. Todo esto, sumado a una rutina menos activa debido a las vacaciones, puede generar un impacto negativo en nuestra salud física. Sin embargo, el problema no es necesariamente la comida en sí misma, sino cómo la manejamos

Durante las festividades, el consumo calórico tiende a dispararse, y la actividad física disminuye. Además, la sensación de estar rodeado de comida constante puede hacernos sentir la presión de comer más de lo que realmente necesitamos. Pero, ¿cómo evitar que estos excesos afecten nuestra salud sin dejar de disfrutar de la Navidad?

1. Mantén un enfoque equilibrado en las comidas

No se trata de privarse de lo que te gusta, sino de encontrar un equilibrio. Si eres de los que disfrutan de la comida navideña, no te sientas culpable por ello, pero sí es importante que no te excedas. Aquí van algunos consejos para disfrutar sin remordimientos:

  • Haz porciones más pequeñas: Si en la mesa hay variedad de platos, puedes probar un poco de todo, pero en porciones moderadas. Esto te permitirá disfrutar de cada sabor sin sobrecargar tu cuerpo.
  • Incluye opciones más saludables: Si estás organizando la comida, busca incorporar alimentos que sean más nutritivos, como ensaladas frescas, vegetales asados y platos con proteínas magras como el pavo.
  • Bebe agua: Es fácil caer en la tentación de las bebidas azucaradas o alcohólicas, pero el agua debe ser tu principal fuente de hidratación. El agua no solo te mantiene hidratado, sino que también ayuda a reducir el hambre y te hace sentir más lleno.

2. Disfruta de los postres, pero con moderación

Los postres navideños son, sin duda, una de las mayores tentaciones de la temporada. Sin embargo, su alto contenido calórico y azúcares refinados puede afectar tu bienestar si los consumes en exceso. La clave aquí es la moderación.

  • Opta por versiones más saludables: Puedes hacer versiones más ligeras de tus postres favoritos, como intercambiar la crema batida por yogur griego sin azúcar o utilizar endulzantes naturales como la stevia en lugar de azúcar refinada.
  • Satisfacción con porciones pequeñas: Si no puedes resistirte a un trozo de turrón o de panetón, opta por una porción pequeña. A veces, el simple hecho de probar algo es suficiente para satisfacer el antojo sin exagerar.

3. No olvides tu rutina de ejercicio

Las vacaciones son el momento perfecto para relajarse, pero también pueden ser una oportunidad para mantener o incluso mejorar tu nivel de actividad física. Mantener una rutina de ejercicio durante las fiestas no solo te ayudará a evitar ganar peso, sino que también mejorará tu estado de ánimo, reducirá el estrés y aumentará tus niveles de energía.

  • Haz ejercicio en familia: Si no tienes tiempo para un entrenamiento largo, trata de incorporar ejercicio a tus actividades familiares. Salir a caminar después de la cena o jugar al aire libre con los niños son maneras fáciles de estar activo sin que se sienta como una obligación.
  • Mantén tu rutina habitual: Si eres una persona que ya tiene una rutina de ejercicios, trata de mantenerla, aunque sea en menor medida. Un entrenamiento ligero puede ser suficiente para no perder el ritmo y sentirte bien.
  • Establece metas alcanzables: Si sabes que las festividades pueden interrumpir tus entrenamientos, establece metas alcanzables. Por ejemplo, caminar al menos 30 minutos al día o hacer 15 minutos de estiramientos cada mañana.

4. Maneja el estrés y cuida de tu salud mental

La Navidad también puede ser una época estresante. Entre las compras, las reuniones familiares y las expectativas sociales, es fácil sentirse abrumado. El estrés puede afectar tanto tu salud mental como física, e incluso puede hacerte más susceptible a caer en los excesos.

  • Dedica tiempo para ti: Asegúrate de incluir momentos de relajación en tu agenda. Leer un libro, practicar la meditación o escuchar música pueden ser excelentes formas de reducir la ansiedad.
  • Habla con alguien: Si te sientes sobrecargado, no dudes en hablar con un amigo o familiar. A veces, expresar lo que sientes puede aliviar el peso emocional y ayudarte a ver las cosas con más claridad.
  • Practica la gratitud: A veces, el estrés proviene de querer hacer todo perfecto. Practica la gratitud recordando lo que realmente importa: estar con tus seres queridos, disfrutar de la comida y valorar lo que tienes.

5. No te sientas culpable

Es común que después de un festín navideño te sientas culpable por comer de más o por no hacer ejercicio. La Navidad no se trata de ser perfecto. Se trata de disfrutar con moderación y de mantener una mentalidad positiva. Recuerda que un día de excesos no definirá tu salud a largo plazo, siempre que regreses a tus hábitos saludables al día siguiente.

6. Reestablece tus rutinas saludables después de la Navidad

El 1 de enero es el momento ideal para retomar tus rutinas saludables. Ya sea que te propongas hacer más ejercicio o mejorar tu alimentación, comienza con pasos pequeños y alcanzables.Establecer metas realistas te ayudará a mantenerte motivado y a no sentirte abrumado.

  • Vuelve a tu plan de comidas: Después de los festines navideños, trata de volver a tus comidas equilibradas y saludables. Evita hacer dietas estrictas o privativas, ya que esto solo aumentará el deseo de comer en exceso.
  • Retoma el ejercicio gradualmente: Si durante las fiestas hiciste menos ejercicio de lo habitual, empieza poco a poco. Puedes hacer caminatas diarias y aumentar la intensidad con el tiempo.

Mensaje para anclar en la mente

Sobrevivir a la Navidad no se trata de evitar la comida deliciosa o las celebraciones con seres queridos. Se trata de encontrar un equilibrio entre disfrutar de las tradiciones navideñas y mantener tu bienestar. No hay necesidad de abandonar tus rutinas saludables, solo es cuestión de adaptarlas para que puedas disfrutar de la temporada sin sentirte culpable ni abrumado. Al final, la Navidad es una oportunidad para compartir momentos especiales, no solo con los demás, sino contigo mismo.