En la mayoría de los casos, el paciente no tiene ningún problema en la articulación, pero la somete a ejercicios que le sobrecargan: spinning, trabajar en cuclillas o personas que suben y bajan escaleras con demasiada frecuencia.
El síndrome doloroso rotuliano un motivo de consulta muy habitual. Es más frecuente en mujeres, sobre todo adolescentes y adultos jóvenes. Suele provocar dolor en la rodilla que el enfermo lo sitúa detrás de la rótula y hacia el lado interno de la rodilla. Se incrementa la subir y bajar escaleras y cuando permanece sentado durante mucho rato, teniendo que cambiar de postura las rodillas al notar el dolor (signo de la butaca). Otro síntoma frecuente es la sensación subjetiva de fallo de la rodilla, así como chasquidos o crujidos sobre todo cuando el enfermo va a levantarse de una silla. Puede provocar molestias al conducir.
Suele afectar con más frecuencia a mujeres jóvenes cuya masa muscular no está muy trabajada, o que permanecen sentadas la mayor parte del día, o han sufrido algún tipo de lesión o enfermedad que les obliga a estar en reposo, perdiendo la masa muscular que tenían. En el otro lado están aquellas personas practicantes del Crossfit, en las que las sentadillas con mala técnica y cargas excesivas, provocan o despiertan esta lesión.
La rótula es un hueso con forma de almendra que ocupa la parte anterior de la rodilla. Es un hueso sesamoideo porque se encuentra englobado en un tendón, en este caso el cuadricipital y rotuliano. Otros huesos sesamoideos se encuentran en el pie, justo bajo en metatarsiano del dedo gordo. La rótula tiene una carilla articular recubierta de cartílago que articulo con la parte baja del fémur. Su función es importantísima ya que actúa como lo hace una polea móvil, incrementando la efectividad del cuádriceps dentro de la pierna. La rótula se mueve hacia arriba y abajo dando también estabilidad a todo el aparato extensor de la pierna, disminuyendo la presión sobre ella y mejorando el vector de fuerza de la extremidad.
¿Qué lo produce?
El dolor de la parte anterior de rodilla puede tener muchos orígenes. En la mayoría de los casos, el paciente no tiene ningún problema en la rodilla, pero la somete a ejercicios o trabajos que le sobrecargan, por ejemplo, spinning, trabajar en cuclillas o personas que suben y bajan escaleras con demasiada frecuencia. Si se trata dicha inflamación con medicación, tratamiento rehabilitador y eliminando la causa que provoca el problema, el dolor desaparece.
Si, en cambio, el paciente tiene la rótula desplazada, si “maltrata” la rodilla de forma continuada, comenzará el dolor, que no cederá con medicación ni con todo lo anteriormente comentado, y debe acudir al traumatólogo para valorar, realizando un estudio con pruebas de imagen, cómo está esa rodilla.
En teoría, un paciente que no responda a un programa de rehabilitación y presente dolor, limitación y mala calidad de vida, ha llegado a tener un grado tal de daño estructural que su rodilla no puede recuperar su estado previo.
Dolor de rodilla
Es importante recordar que no siempre el dolor anterior de rodilla se asocia a anomalías apreciables de la alineación rotuliana o a variaciones anatómicas individuales. Hay pacientes que presentan alguna alteración en el aparato extensor y sin embargo no tienen dolor, y otros en cambio, con las mismas alteraciones estructurales, tienen mucho dolor y limitación. Hay que ser capaces de identificar los factores que puedan predisponernos a padecer el dolor anterior de rodilla como la rótula alta, atrofias de la musculatura cuadricipital, exceso de laxitud de los tejidos.
Como hemos comentado con anterioridad, el paciente nos refiere el dolor que siente dolor al permanecer sentado y precisa cambiar de postura, estirar la rodilla porque nota alivio. Es frecuente que no se toleren bien los viajes en coche y que en el cine tenga que sentarse en la butaca más lateral para poder estirar la piera (signo de la butaca). Hay dolor e imposibilidad para subir y/o bajar escaleras, crujidos en la zona anterior de rodilla. Con frecuencia, cuando preguntamos al paciente que nos señale dónde le duele en la rodilla, se «agarra» la rodilla con toda la mano.
Cuando desplazamos la rótula en horizontal se aprecia dolor y sobre todo en la cara externa de la rótula. Es importante valorar el tono muscular del cuadriceps sobre todo del vasto medial; una atrofia del mismo predispondría a ese desajuste ya comentado, con tendencia al desplazamiento externo de la rótula y el consiguiente aumento del dolor. Es frecuente que se inicie tras traumatismos o intervenciones quirúrgicas que obligan a tener un reposo de la pierna con la consiguiente atrofia cuadricipital.
La primera prueba consiste en realizar una Rx en posiciones especiales para valorar la exacta colocación de la rótula en la rodilla. Puede estar centrada y en su sitio, o bien puede presentar un desplazamiento, normalmente hacia fuera.
El TAC-TAGT también es útil, ya que nos permite ver cómo se mueve la rótula en la rodilla, ya que se le pide al paciente que contraiga y relaje la musculatura del muslo. También ayuda a planificar la posible intervención.
Tratamiento conservador
–Medicación oral: solemos recomendar tomar fármacos destinados a fortalecer y potenciar el cartílago articular. Los más usados son sulfato de glucosamina o condroitin sulfato. La duración del tratamiento suele ser un año. Son fármacos de acción lenta por lo que no notaremos una mejoría inmediata.
–Tratamiento rehabilitador: es muy útil para reducir la inflamación, potenciar la musculatura y tonificar la pierna. Hay que ser muy perseverante ya que son procesos largos en los que con frecuencia se pierde la fe pronto al no apreciar mejoría a corto plazo. El uso de un electroestimulador es muy recomendable.
-Infiltraciones con ácido hialurónico: Se trata de añadir a la articulación un componente (ácido hialurónico) que se encuentra en menor concentración de la debida lo que conlleva a un mayor dolor y a un envejecimiento más acelerado de la articulación de la rótula con el fémur.
-Infiltración con plasma rico en factores de crecimiento: consiste en inyectar el plasma enriquecido del propio paciente dentro de la rodilla. Es muy efectivo. Es el tratamiento estrella y con mejores resultados.
-Ejercicios de cadena cinética abierta y cerrada: son muchos los estudios que recomiendan este tipo de ejercicios. Se ha demostrado un alivio del dolor y una mejora en el posicionamiento de la rótula respecto a la rodilla
Tratamiento quirúrgico
-Artroscopia de rodilla: es una técnica poco agresiva y muy útil. Permite valorar el estado real de la articulación. Uno de los gestos más habituales en los pacientes con dolor anterior es la liberación del alerón rotuliano externo. Con ello intentamos reequilibrar y centrar de nuevo la rótula, disminuyendo la presión sobre el lado externo.
-Realineación rotuliana: cuando la sintomatología es importante y las exploraciones complementarias nos muestran un desplazamiento externo importante, realizamos un recentrado o un realineamiento del aparato extensor. Nosotros lo realizamos mediante un miniabordaje y sin necesidad de abrir la rodilla. Trasladamos hacia la zona medial de la rodilla una pastilla ósea que posteriormente fijamos con 2 tornillos. El paciente comienza a cargar de forma parcial a las 24 horas de la intervención y no precisa el uso de ningún tipo de inmovilización.