• Se trata de una inflamación del hueso en cualquier parte del cuerpo, principalmente en articulaciones como rodilla, tobillo o cadera.

 

Es una inflamación del hueso de cualquier parte del cuerpo, principalmente suele ocurrir en articulaciones como la rodilla, el tobillo o la cadera que son las que cargan el peso del cuerpo. Cada hueso se divide en dos partes: hueso cortical que es como la “funda” del hueso y es el que lo hace resistente y duro y el hueso esponjoso que es el relleno como si dijéramos y tiene una forma trabecular al estilo de una esponja. Ambas partes son igualmente importantes para dar resistencia al hueso.

El edema óseo asiente sobre ese hueso esponjoso, sobre el relleno. Se puede producir por un golpe directo sobre el hueso que provoca un sangrado en éste, al igual que ocurriría en cualquier otro tejido, como puede ser el músculo o la grasa, con su correspondiente hematoma que puede ser visible días después del golpe. Es una lesión muy frecuente. Se conoce que el 40% de los traumatismos de tobillo y rodilla, pueden ser debidos a una contusión ósea que provoca un edema o inflamación con sangre dentro del propio hueso.

Dependiendo de la actividad, es más frecuente que dicho edema óseo se localice en un sitio o en otro de la rodilla. En el jugador de fútbol si se da un golpe, el cóndilo femoral externo y el platillo tibial externo (parte externa de la rodilla) se desplazan más hacia adelante que la zona interna de la rodilla, por lo que la parte externa está más expuesta a recibir un golpe. En el caso de los esquiadores, suele ser la parte interna de la rodilla la que se lesiona con más frecuencia y se debe al choque de la rodilla con los barras que señalan las puertas por las que tienen que girar y rodear.

Sin embargo, hay otra causa que provoca el edema óseo: la artrosis. Cuando en una rodilla, por ejemplo, el menisco que es la almohadilla que separa los dos huesos, se gasta, no es capaz de absorber la carga o los impactos, el hueso que forma el suelo de la rodilla, la tibia, sufre a la hora de recibir microgolpes al caminar. Cuando la resistencia del hueso es sobrepasada, se produce una inflamación del hueso esponjoso que hemos comentado antes y se genera el edema óseo.

¿Cómo se manifiesta?

Dependiendo de la intensidad del golpe, la clínica puede variar. Si ha sido muy importante, puede haber un derrame articular, normalmente de sangre (hemartros). Además, dolor importante al cargar peso en la rodilla e impotencia funcional de dicha articulación con la cojera correspondiente. Si ha sido de poca energía la contusión, la clínica no es tan aparatosa.

En el caso del paciente con artrosis, el dolor es a manifestación clínica más importante. También cojera, rigidez, e inflamación de la articulación. Es frecuente que el dolor no ceda con el reposo y continúe todo el tiempo, incluso para no poder dormir debido al dolor.

¿Qué consecuencias puede tener el edema óseo?

-Lesión del cartílago articular: Al haber un edema o sangre debajo del cartílago, éste puede estar debilitado, pudiendo producirse una fisura o una lesión condral. También pueden producirse cambios en la estructura del cartílago, sobre todo en uno de los componentes principales de ese tejido que son los proteoglicanos. Si estos se alteran, pueden sobrevenir los cambios degenerativos porque se alteran las propiedades funcionales del cartílago. Esa es la consecuencia más importante y por lo que es fundamental resolver el edema. Se han descrito caso de necrosis del propio cartílago.

-Debilidad de hueso donde asienta el edema: al haber sangre en el hueso que queda inmediatamente debajo del cartílago, es una zona de mayor debilidad, pudiendo provocarse un hundimiento de la zona de carga del hueso.

-Rigidez articular: dada la inflamación que se produce en la rodilla, se pueden producir adherencias y cicatrices que se adhieran a los tejidos, dificultando la movilidad de la articulación.

¿Cuánto tarda en desaparecer?

-El tiempo para que la inflamación se reduzca, es variable. Si es aislado, es decir, que no asocie ningún tipo de lesión meniscal o ligamentosa, puede desaparecer en un período inferior a las 6 semanas.

-En algunos casos, puede tardar en reabsorberse hasta 24 meses, sobre todo aquellos con lesiones asociadas.

-Si le hacemos una resonancia magnética a los 6 meses del golpe, es probable que siga teniendo restos de sangre del hueso.

¿Cómo se trata el edema óseo?

-Ingerir complejos vitamínicos ricos en vitamina A, C y D. Reducen la inflamación y mejoran el metabolismo de la rodilla, inhibiendo la formación de radicales libres. Muchas veces, el edema óseo se produce por una mala calidad ósea debido a osteoporosis o niveles bajos de vitamina D. Ese suplemento es básico para lograr la resistencia que el hueso necesita.

-Control del dolor. Fundamental. La típica frase de “sin dolor no hay gloria”, es un error en estas lesiones. No debe haber ninguna molestia a la hora de comenzar con el ejercicio intenso.

-MBST: es un invento alemán llamada “Resonancia Magnética Terapéutica”. Es el mismo principio que la resonancia magnética tradicional, pero que ayuda a reabsorber ese edema óseo de forma rápida, acelerando muchísimo el proceso biológico natural.

-Plasma rico en factores de crecimiento: Se trata de introducir el plasma de cada paciente, dentro del hueso donde se encuentra el edema. En mi práctica diaria a esta técnica le llamamos INOCA (infiltración intraósea en consulta y ambulatoria). Consiste en introducir el plasma mediante una broca de precisión y una anestesia especial (WALANT) que elimina el dolor y el sangrado, por lo que se puede realizar de forma segura en la propia consulta. Se hacen tres infiltraciones separadas cada una por 7 días. Los resultados para aliviar el dolor y resolver el edema son realmente espectaculares.