• Se trata de un tipo de procedimiento anestésico que permite al cirujano tener mayor control quirúrgico.

Hay multitud de técnicas anestésicas que ayudan tanto al paciente como al cirujano a la hora de una intervención. El objetivo es bien sencillo: no notar dolor; conseguir que una situación tremendamente estresante se convierta en una experiencia relativamente agradable, corta y si es posible, de buen recuerdo.

En Traumatología realizamos intervenciones de miembro superior e inferior. Son regiones con abundantes venas y arterias que proveen de flujo sanguíneo. Para poder visualizar aquello que estamos operando, por ejemplo un dedo de la mano, se coloca en el brazo lo que denominamos “manguito de isquemia”. Es un aparato como los que toman la tensión que cuando se infla actúa como un torniquete, es decir, interrumpe la circulación hacia la mano o hacia el pie, según el tipo de operación. Ese torniquete se puede mantener inflado durante máximo dos horas, transcurridas las cuales, se libera y vuelve a llegar la circulación a la extremidad.

¿Por qué se usa la isquemia? Si no se hiciera, el flujo continuo de sangre en la herida y en el campo quirúrgico dificultaría muchísimo la visión, enlentecería la técnica y todo se volvería incómodo. Un profesor mío me dijo una vez: “Operar una mano sin isquemia es como intentar operarla dentro de un cubo lleno de tinta, no ves nada”. Pero claro, para que el paciente puede aguantar tanto la presión de ese manguito de isquemia tanto tiempo, y no tener el dolor de la propia intervención, el anestesista suele “dormir” bien el brazo completo mediante una anestesia regional (se infiltra anestesia local en la axila si operamos una mano, o en la corva si es un pie. También se puede realizar una anestesia raquídea pinchando el anestésico local en la columna dejando sin sensibilidad ni movimiento desde la cintura para abajo). Se puede realizar una anestesia general donde el paciente debe estar intubado toda la intervención.

Al estar ocupadas las Unidades de Reanimación postoperatoria por enfermos COVID, el realizar este tipo de anestesia permite que el paciente se marche a casa directamente tras el quirófano, sin pasar por Reanimación o en la planta. Con todo colapsado, WALANT permite aliviar la presión hospitalaria con resultados inmejorables.

Gracias a mi compañero y amigo el Dr. Homid Fahandezh, referencia en España de la cirugía de miembro superior, he tenido oportunidad de utilizar este tipo de anestesia en numerosos pacientes, siendo pioneros en Almería.

¿Qué significa WALANT?

Walant es un acrónimo del inglés “Wide Awake Lidocaine Adrenaline Non Tourniquet”lo que traducido quiere decir:

Wide Awake: paciente despierto sin precisar anestesia profunda que precise intubación.

Lidocaine y Adrenaline: son los dos fármacos que se inyectan.

Non Tourniquet: sin manguito de isquemia.

La cirugía de la mano mediante WALANT es un tipo de cirugía en el que el paciente está totalmente despierto, que se realiza infiltrando anestesia local (Lidocaína, Adrenalina, y bicarbonato) en la zona a operar, y sin manguito de isquemia. Permite realizar los procedimientos en muchas ocasiones con disminución de los riesgos derivados de la anestesia (nauseas, vómitos, retraso de alta, bloqueo motor prolongado, sedación…..), y en los que al no existir bloqueo motor podemos hacer que el paciente colabore con nosotros de forma intraoperatoria para evaluar los resultados de la cirugía antes de salir de quirófano.

¿Qué quiere decir que no hay bloqueo motor? Si se infiltra anestesia tradicional pinchando la axila o la corva del paciente, se produce un bloqueo sensitivo (no nota ningún dolor) pero también un bloqueo motor (no puede mover la mano o el pie) durante el tiempo que tarde el organismo en metabolizar dicha anestesia, lo cual puede ser horas. Con WALANT, el tipo de anestesia sólo es sensitiva, es decir, el paciente no nota ningún dolor pero sí puede mover la mano o el pie, ya que no hay bloqueo motor y está despierto puesto que es una anestesia local.

Mediante el uso de adrenalina en el campo quirúrgico, logramos un área de isquemia reversible, es decir, la herida no sangra durante horas que es el tiempo que dura el efecto de la misma y evitamos el uso del torniquete de isquemia y la sedación asociada. La combinación de un anestésico local con adrenalina nos permite realizar cirugías sin dolor ni sangrado con un paciente totalmente despierto y colaborador.

Son numerosas las cirugías donde nos interesa ver cómo se comporta la anatomía de nuestros pacientes mediante la contracción y movilidad activa durante el procedimiento quirúrgico, en especial cuando se ha producido una lesión y queremos restaurar la función previa.

En numerosas ocasiones ante cirugías de adherencias tendinosas, adherencias articulares, suturas de tendones extensores, flexores, rizartrosis, Dupuytren, aparece la duda de cómo moverá el paciente cuando se le pase la anestesia, surge la duda de saber si hemos liberado lo suficiente y si el resultado es el esperado cuando se pase la anestesia al existir un bloqueo motor y no poder comprobar cómo mueven los pacientes. Existe por lo tanto una incertidumbre del resultado.

Esto mediante la cirugía de la mano con WALANT lo podemos mejorar y así permite optimizar nuestros resultados.

Ventajas de WALANT para nuestros pacientes

· No hay nauseas ni vómitos, ni retención urinaria. También evitamos otros efectos adversos asociados a la anestesia.

· Menor tiempo de hospitalización.

· Colaboración intraoperatoria y posibilidad de comprobar el resultado al no tener bloqueo motor. Estimula al paciente a conocer lo que se ha conseguido ya en quirófano. Siempre es muy estimulador y gratificante.

· Procedimiento anestésico poco doloroso.

· Evitar uso de manguito de isquemia que puede doler y ser molesto, además de implicar un riesgo en cirugías de larga evolución.

· Posibilidad de realizar cirugías de forma rápida, al no precisar de complejos estudios preoperatorios.

· Menos efectos secundarios y riesgo que una sedación para los pacientes.

· El paciente colabora y es parte del procedimiento, al poder ver, hablar, mover e interacturar con el cirujano.

Ventajas de WALANT para el cirujano

· Permite realizar cirugías en las que podemos comprobar la movilidad intraoperatoria y ver el resultado ya en quirófano. Esto es importante en el caso de adherencias tendinosas, suturas tendinosas para comprobar el adecuado deslizamiento y que los tendones se movilizan de forma adecuada (que no hay bloqueos, y que se mueven bien los tendones al existir un adecuado deslizamiento).

· En el caso de rigidez articular, tras la liberación permite comprobar cuando el paciente moviliza activamente, si hay que hacer más liberación o es ya suficiente. Esto disminuye las complicaciones y el riesgo de rotura por excesiva liberación.

· Permite el control del sangrado de forma inmediata.

· Permite dar la tensión adecuada ante lesiones tendinosas agudas de los tendones flexores, extensores, en injertos tendinosos, en transferencias tendinosas. Siempre hay la duda de que tensión es la adecuada.

· Pueden operarse pacientes con linfedema, diálisis, fistulas arterio-venosas en los que el uso del manguito de isquemia es complicado.

· El paciente está cómodo y nos ayuda de forma intraoperatoria también a la obtención de un buen resultado. Permite ir explicando cómo va todo, y lo más importante que él lo puede ver.

WALANT no es una técnica quirúrgica, sino un tipo de procedimiento anestésicoque permite al cirujano tener un mayor control quirúrgico, y al paciente participar de forma directa a través de su colaboración intraoperatoria, en la obtención del resultado final.