La viscosuplementación es la introducción de ácido hialurónico (AH) o sus derivados en aquellas articulaciones en las que, ya sea por etiología degenerativa, secundaria a un proceso traumático o desconocida, la articulación es dolorosa y con un envejecimiento prematuro. El ácido hialurónico es el encargado de nutrir y lubricar la articulación. Se sabe que en la artrosis hay un descenso del AH, por lo que su reemplazo puede asociarse a una mejoría de la sintomatología. Su vida media dentro de la articulación varía entre 24 horas y 2 semanas. El ácido hialurónico es un mucopolisacárido que se sintetiza y se utiliza como lubricante en las articulaciones. Se encuentra en cantidades importantes en todo el organismo, especialmente en la juventud, pero estas cantidades se reducen significativamente durante el proceso de envejecimiento.

Entre las potenciales ventajas de tener ácido hialurónico en las articulaciones encontramos:

-Disminuye la fricción de la articulación, estabilizándola.

-Barrera biomecánica por su viscoelasticidad.

-Efecto antiinflamatorio.

-Efecto analgésico.

-Alimenta al condrocito que es la célula del cartílago.

Cuando está presente en una articulación, incluso aunque el cartílago sea mínimo o no exista, el ácido hialurónico protege, reduciendo el daño y manteniendo una función articular normal. Una de las propiedades del ácido hialurónico es su capacidad de absorber 3.000 veces su peso en agua. En condiciones normales, el líquido sinovial actúa absorbiendo los choques e impactos de las articulaciones, además de ser el lubricante que permite un mejor deslizamiento de los extremos óseos que forman una articulación. Sin embargo, en situaciones o estadios iniciales o avanzados de la artrosis o del deterioro del cartílago, el AH de la persona se despolimeriza, lo que provoca una alteración en las propiedades de viscosidad de dicho líquido sinovial, y no actúa como un filtro fisiológico contra las partículas o moléculas que puedan ser agresivas en el entorno articular. El AH es un lubricante inteligente. Su estructura y peso molecular le da una alta viscosidad, ideal para lubricar las articulaciones en toda la superficie del cartílago. Además puede cambiar la viscosidad dependiendo de la carga que la articulación tiene que soportar. Es decir, a medida que aumenta la carga, aumenta la viscosidad para garantizar la óptima lubricación en cualquier momento.

La reducción de las propiedades elastoviscosas del líquido sinovial es un factor clave en las articulaciones afectadas por la artrosis. Los estudios han mostrado que, en las articulaciones afectadas por esta patología, la elasticoviscosidad del líquido sinovial se reduce significativamente respecto de la articulación sana. Esta disminución de la elasticoviscosidad del líquido sinovial en la artrosis se debe a una disminución del peso molecular y de la concentración de AH, el único de los componentes del líquido sinovial que proporciona elasticoviscosidad. La función biológica de la molécula de AH elastoviscosa en el líquido sinovial es proteger, lubricar y proporcionar estabilidad mecánica a las estructuras de las articulaciones, como el aire que hay dentro de un neumático. La pérdida de elasticoviscosidad impide al líquido sinovial realizar estas funciones. La viscosuplementación tiene el objetivo de restaurar el equilibrio dentro de la articulación, lo que normaliza el metabolismo del AH.

Las características idóneas del AH artificial como lubricante y amortiguador dependen de las propiedades de la propia molécula y de la forma en la que se distribuye en toda la articulación. Estas características son:

-Que no induzca respuesta inmune (rechazo en el organismo).
-Permeable a los metabolitos y a las macromoléculas (aunque sea viscoso no afecte negativamente a la circulación de sustancias dentro de las articulaciones.

-Propiedades similares a las del AH del líquido sinovial de un individuo joven.

-Larga vida media para una protección más prolongada que permita reducir el número de inyecciones.

-La variación principal entre los diferentes AH sintéticos se encuentra en el peso molecular y su viscosidad: a mayor peso molecular, más alivio del dolor, más efecto lubricante, más tiempo dura su efecto.

ASOCIACION ACIDO HIALURÓNICO-CORTICOIDE.

El efecto del corticoide a nivel intraarticular suele ser básicamente antiinflamatorio, reduciendo la sinovitis y mejorando la función. Como su acción es rápida y su efecto puede durar un máximo de tres o cuatro semanas, la asociación con AH puede dar lugar a una simbiosis muy interesante, ya que el momento en el que el AH comienza su actividad no es antes de las tres semanas tras el pinchazo, sobre todo a partir de la octava semana.

Esto quiere decir que si se asocian los tratamientos, al tener el corticoide intraarticular un efecto potente pero corto en el tiempo y el AH un efecto potente pero tardío en el tiempo, cuando uno no ha comenzado a actuar sí lo ha hecho el otro, y cuando el efecto del corticoide se agota, comienza el del AH.

ASOCIACION ACIDO HIALURONICO-FACTORES DE CRECIMIENTO?

El plasma rico en factores de crecimiento (PRFC) tiene varias propiedades, entre las que destacan:

  • Pegamento biológico.
  • Coagulación y hemostasis.
  • Cicatrización de tejidos.
  • Apoyo para la migración de células madre.
  • Restauración del AH intraarticular.
  • Equilibra la angioneogénesis de la articulación.
  • Antinflamatorio. • Antibacteriano. • Analgésico.

El uso de plasma en la patología degenerativa intraarticular supone un enfoque distinto a lo visto hasta ahora; es un enfoque biológico y no tanto farmacológico.

Hay numerosos estudios que avalan la efectividad de las infiltraciones con plasma en pacientes con artrosis.

Si se combinan los dos tratamientos, inyectados en la misma sesión, el ácido hialurónico provoca que la plaqueta expulse una mayor cantidad de factores de crecimiento, y por tanto, un mayor efecto biológico. Ambos tratamientos se suman y se potencian.

¿SE PUEDEN TRATAR CUALQUIER ARTICULACION CON AH?

-Sí. Hay diferentes presentaciones de mayor o menor cantidad en función si el problema se encuentra en la mano o en el tobillo que son más pequeñas que la rodilla.

¿QUE PACIENTE SE PUEDE TRATAR CON AH?

-Cualquier paciente con artrosis, mala calidad de vida, rigidez y pérdida de movilidad, independientemente de su edad y de las patologías que tenga.

-El AH no interfiere con diabetes, hipertensión o colesterol. Los pacientes con sintrón pueden precisar cambio a heparina para el tratamiento.